Por Julie Tivy Boney/Revisado y actualizado por Miguel Quintero Mora
Resumen
Este artículo examina algunas pruebas para saber si Elena G. de White era una verdadera mensajera de Yahweh, o como le apodan los propios adventistas: "El Espíritu de Profecía". Les animo a invitar al Espíritu Santo que ilumine su mente antes de empezar a leerlo. Yo también animo a mirar hacia arriba en cada texto bíblico que se hace referencia.
Isaías 8:20 nos dice que un profeta debe hablar de acuerdo a la Palabra de Dios. Elena G. de White contradice la Biblia muchas veces en sus escritos. Un ejemplo de ello se encuentra en su libro El Evangelismo donde afirma que Satanás engañó a Adán. 1° Timoteo 2:14 dice que Adán no fue engañado. También presentó una gran cantidad de información extrabíblica en sus escritos, la mayoría aceptada por la Iglesia Adventista del Séptimo Día, porque se cree que esta información proviene de Dios. Ejemplos de tal información incluyen "El cierre de la puerta de la gracia", la doctrina del "juicio investigador", y las leyes dominicales azules.
Jeremías 23:30 (en especial la Nueva Versión Internacional) dice que un profeta no debe robar las palabras de su vecino. El plagio de Ellen White es un hecho bien conocido. Hay pruebas de que ella robó casi todo el texto para el "Conflicto de los Siglos", "El deseado de todas las gentes", y de "El camino a Cristo", así como muchas otras obras.
Basándose en el fracaso de estas pruebas bíblicas de un profeta, uno debería ser capaz de llegar a una conclusión razonable de que si ella era la mensajera de Dios, como afirmaba.
Introducción
La Iglesia Adventista del Séptimo Día pone mucho énfasis en los escritos y enseñanzas de Elena G. de White. Al menos una de sus doctrinas (el juicio investigador) se basa enteramente en sus enseñanzas y no tiene base alguna en las Escrituras. De hecho, una recompensa de 10.000 dólares se ha ofrecido a cualquiera que pueda encontrar una base bíblica para el juicio investigador (ver http://www.lastdisciple.com). Otro sitio ofrece 1.000 dólares por este texto difícil de alcanzar.
¿Alguna vez alguien se preguntó cómo los Adventistas del Séptimo Día pueden estar tan seguros de que la señora White era una mensajera de Yahweh? Después de todo, Elena de White no fue la única persona de su tiempo que dijo recibir visiones y mensajes de Dios. Tenía homólogos entre los científicos cristianos, mormones y los Testigos de Jehová, que también afirmaban ser profetas y cuyas enseñanzas también resultaron en la formación de nuevas denominaciones.
Una amplia investigación se ha hecho y se ha escrito mucho acerca de la validez de sus afirmaciones. Si las historias son ciertas, hay pruebas abrumadoras de que ella no era la "mensajera del Señor" , como ella decía. Es posible que algunas historias fueron inventadas o por lo menos embellecidas para desacreditarla. La única manera que se conoce para responder a la pregunta, «¿Profeta o no?» Es la aplicación de las pruebas de un profeta en la Biblia. Si ella pasa las pruebas bíblicas efectivamente era una mensajera de Yahweh. Si no lo logra, será una farsante.
¿Habla Elena G. de White de acuerdo a la Palabra de Dios?
"Si los Testimonios no hablan según la Palabra de Dios, rechazadlos." 2JT. 302.1
En Isaías 08:20 (NVI) se lee: "A la ley y al testimonio! Si no hablan conforme a esto, es porque no hay luz en ellos".
Un profeta que habla de acuerdo con la Palabra de Dios no estaría en contradicción con la Biblia. Hay numerosas inexactitudes y contradicciones que se encuentran en los escritos de Elena de White. Éstos son sólo algunas de ellas:
⦁ En el libro "El Evangelismo", Capítulo 18 (Ev 434.3.) Elena G. de White dijo: "Satanás, quien es el padre de la mentira, engañó a Adán en forma similar". Pero en 1° Timoteo 2:14 (NVI) dice: "Y Adán no fue engañado, sino la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión."
⦁ En el libro "Consejos Sobre el Régimen Alimenticio" (CRA 175.2), Ellen G de White dice: "Dios les concedió su deseo, dándoles carne, y dejando que comieran hasta que su glotonería produjo una plaga." Pero en el Libro de Números encontramos lo que realmente pasó. Números 11:33 (NVI) dice: «Ni siquiera habían empezado a masticar la carne que tenían en la boca cuando la ira del Señor se encendió contra el pueblo y los hirió con gran mortandad.»
⦁ En el libro "Palabras de Vida del Gran Maestro" (PVGM 119.3), Elena G de White afirma lo siguiente: "Nunca debe enseñarse a los que aceptan al Salvador, aunque sean sinceros en su conversión, a decir o sentir que están salvados". Esa declaración contradice abiertamente a 1° Juan 5:13 (RV 1995) que dice: "Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios"
⦁ En el libro "El Deseado de Todas las Gentes" (DTG 701.2), Ellen G. de White dice lo siguiente: "El Salvador no podía ver a través de los portales de la tumba. La esperanza no le presentaba su salida del sepulcro como vencedor ni le hablaba de la aceptación de su sacrificio por el Padre. Temía que el pecado fuese tan ofensivo para Dios que su separación resultase eterna". Sin embargo en Juan 10:17, 18 (NVI), Yahoshua dice: "Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo mismo la pongo. Tengo poder para ponerla y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre." (Ver también, Lucas 24:7 y Juan 2:19.)
Ante estas evidencias, podríamos terminar aquí el análisis y decir que Elena G. de White era una farsante, pero hay más aún.
Un profeta, que tiene que hablar de acuerdo a la Palabra de Dios, no fabrica una doctrina que no sólo no se puede encontrar en las Escrituras, sino que contradice a las Escrituras. La doctrina adventista del juicio investigador dice que Yahoshua no entró en el Lugar Santísimo hasta 1844. Los siguientes textos de la Biblia dicen que Yahoshua entró en el Lugar Santísimo y comenzó a interceder por nosotros después de ascender al Cielo: Ef. 1:20, Colosenses 3:1, 1 Pedro. 3:21, 22; Heb. 1:3, Heb. 9:12, Heb. 10:12, 19; Heb. 12:2. Además, justo antes de que Esteban fuera apedreado hasta la muerte, levantó los ojos al cielo y vio a Yahoshua sentado junto al Padre en el Lugar Santísimo. ¡Y eso fue siglos antes de 1844!
¿Todas sus profecías se hicieron realidad?
En Deuteronomio 18:18-22 (NVI), leemos:
"Pero el profeta que se atreva a hablar en mi nombre y diga algo que yo no le haya mandado decir, morirá. La misma suerte correrá el profeta que hable en nombre de otros dioses. "Tal vez te preguntes: ¿Cómo podré reconocer un mensaje que no provenga del Señor? Si lo que el profeta proclame en nombre del Señor no se cumple ni se realiza, será señal de que su mensaje no proviene del Señor. Ese profeta habrá hablado con presunción. No le temas."
Además de las predicciones de la venida de Cristo en 1844 y dos veces en 1845, Elena G. de White hizo una serie de otras predicciones que no se cumplieron. Una predicción notable ocurrió en 1849, cuando la peste se desató. Ella escribió en la Revista "La Verdad Presente"(el precursor de la Revista Adventista) que esta pestilencia tomaría muchas vidas. Ella predijo que «muy pronto los muertos y moribundos estarán por todas partes a nuestro alrededor.» Esto no sucedió, y la peste terminó al poco tiempo de haber empezado.
En 1850, Elena de White escribió en el libro "Primeros escritos", acerca de la cercanía de la venida de Cristo. En la página 67, (Cita PE 66.2) se prevé que las personas que aceptaron a Cristo en ese momento tendría unos pocos meses para prepararse para su venida. Este es otro ejemplo de su intento de «timesetting».
En el libro "Testimonios para la iglesia", Tomo. 1, págs 131 y 132,(Cita 1TP1 125.3) Elena G. de White, afirmó que un ángel le dijo que algunas de las personas presentes en una conferencia en particular serían «alimento para los gusanos, algunos sufrirían las siete últimas plagas, y que algunos estarían vivos y permanecerán sobre la tierra para ser trasladados en la venida de Jesús» En fin , todos los presentes en aquella reunión terminaron como alimento para los gusanos , ninguno de ellos experimentó las siete últimas plagas, ni nadie fue trasladado al Cielo.
¿Sabía Elena G. de White que estaba robando de otros autores?
En Jeremías 23:30 (NVI), leemos:
«Por lo tanto,» dice el Señor: «Yo estoy contra los profetas que roban a uno al otro palabras supuestamente de mí.» Usted debe leer desde el versículo 25 al final del capítulo para obtener la advertencia del Señor plenamente. Al final del capítulo, advierte de la desgracia que llegará a los falsos profetas.
¿Elena G. de White robó las palabras de otros autores? La respuesta a esta pregunta es un rotundo «Sí». Este hecho se ha demostrado más allá de toda sombra de duda. Una serie de libros se han escrito sobre este tema.
Por ejemplo, para el libro "Patriarcas y Profetas", Elena G de White le robó el texto del libro "Historia de la Biblia" del judío austriaco Alfred Edersheim. Para el libro "El Deseado de Todas las Gentes", le plagió el texto al libro "La Vida de Cristo"1 escrito originalmente por el Reverendo estadounidense William Hanna, publicado en 1876.
Otro libro que plagió fue "El Camino a Cristo", quien le robó el texto del libro "Escenas nocturnas en la Biblia, Antiguo Testamento (Volumen 1)"2 escrito por el Reverendo Daniel March, publicado en 1869 .
Para el libro "El Conflicto de los Siglos", ella copió el texto de los incidentes de la vida por nada menos que su esposo, James White, quien también plagiaron. Se copió el texto de su libro de los escritos de JN Andrews, Uriah Smith, y Bliss Sylvester.
No se sabe si James White tenía permiso para utilizar el texto de sus colegas o si Elena de White tenía permiso para utilizar el texto de James White. Lo que se sabe es que ella se proclamó la autora de tales libros y recibía las regalías de los mismos.
Se ha demostrado que además de haber robado la mayor parte del material de sus más conocidos libros, muchos de los remedios de salud que ella afirmaba haber recibido de Dios habían sido utilizados durante décadas antes de que ella escribiera sobre ellos.
Una famosa cita de Elena de White, que se encuentra en numerosos libros de ella, y utiliza a menudo para hacer que la gente obedezca las reglas de la iglesia, se plagió del libro que ella apreciaba mucho: "El Gran Maestro" ("The Great Teacher: Characteristics of Our Lord's Ministry" 3), escrito por el Rev. John Harris y publicado en 1837. Dice: «Por débil e imperfecta que parezca, la iglesia es el objeto sobre el cual Dios da, en un sentido especial, su suprema consideración.» (Hechos de los Apóstoles, pág 12.) (Cita HAp 11.1)
Conclusión
Elena G. de White no ha logrado pasar todas las pruebas bíblicas de un profeta,es decir, no cumple ninguna condición para ser llamada "Espíritu de Profecía" hasta donde se sabe. El incumplimiento de cualquiera de estas pruebas sería suficiente para desacreditar su demanda de haber recibido sus mensajes de parte de Yahweh. Hay muchas historias acerca de su estilo de vida, escritas por sus compañeros, que la retratan como una persona que no gobernaba su propia vida por los principios que ella promovía. Si bien estas historias son de una lectura muy interesante, son de poca importancia cuando nos damos cuenta de que no pasa la prueba bíblica de un profeta. Era una mujer con un montón de problemas, como cualquiera de nosotros.
Referencias Bibliográficas:
1. https://books.google.com.gt/books?id=R744AAAAMAAJ&printsec=frontcover#v=onepage&q&f=false
2. https://books.google.co.cr/books?id=LNk8AAAAYAAJ&printsec=frontcover#v=onepage&q&f=false
3. https://books.google.co.cr/books/about/The_Great_Teacher.html?id=4YhUAAAAYAAJ&redir_esc=y
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